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El autor
(Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte)
©Foto: Rocío Moreno Celaya

LOS ANGELES

OBRA TEATRAL
a
Ritmo de salsa

Dedicada al aún existente (ojalá por muchos años más)
SALÓN LOS ANGELES de la Cd. de México.

Original
de
JORGE CELAYA

—Exclusiva de Culturadoor.com—

Obra registrada en el INDAUTOR a través de la SOGEM (México)
Derechos reservados©copyright (Estados Unidos)

PERSONAJES:

AMPARO
SILVANA
BLUE DEMON
SILVANA NIÑA
LA SEÑORA CULPA
POLÍTICO
SAMUEL
RAMIRO
ANGEL
ROBERTO
UNA ORQUESTA MUSICAL
“LOS ANGELES PACHUCOS” (TRES PAREJAS QUE USAN LA MÁSCARA DEL “SANTO” EL ENMASCARADO DE PLATA)

TIEMPO: UN MARTES NEGRO.

LUGAR: SALÓN LOS ÁNGELES

Al iluminarse el salón los ángeles, vemos cuatro áreas muy definidas del lugar. A la izquierda mesas y sillas, en las paredes carteles y fotografías de grupos musicales como la sonora santanera y varias de ésa época, así como de actores, actrices y cantantes como resortes, tin-tan, tongolele, etc.

Al centro, la gran pista de duela. Entre la pista y el área de las mesas una pequeña barra con un espejo en la pared posterior, arriba del espejo, sobre la pared, muy notoriamente se puede leer SALÓN LOS ANGELES en letras de neón color rojas y un área más se ubica al lado derecho y es la tarima de los grupos musicales u orquestas.

Cuando se enciende la luz, BLUE DEMON, con su máscara de luchador cubriendo su rostro, cruza la pista y se detiene en el centro tocando en su sax el nostálgico inicio de la pieza, en ritmo de salsa, “violento pasado”. SILVANA es golpeada por un hombre que parece más una sombra negra que un ser humano, en otra parte, otra sombra negra pero de menor estatura (un niño) enciende un cerillo frente a AMPARO, simultáneamente se escuchan voces de gente enardecida.

MUJER 1: ¡Quémenla! ¡Quémenla!

HOMBRE 1: ¡Si! ¡Quémenla!

(AMPARO reacciona como si le encendieran fuego, cuando el cerillo se apaga, se tranquiliza un poco. Desde sus respectivos lugares SILVANA y AMPARO se miran entre sí. Cambio de atmósfera. Caminan, una hacia la otra, hasta llegar cerca de BLUE DEMON, no lo perciben, curiosas se miran detenidamente. Aparecen LOS ANGELES PACHUCOS que son tres parejas y tanto hombres como mujeres visten con la ropa típica del pachuco, pero en lugar de sombrero traen puestas máscaras del luchador EL SANTO “el enmascarado de plata”. Entran bailando armónicamente al son de la nostalgia de la introducción de la salsa)

AMPARO: Creí que estaba sola.

SILVANA: Yo también

AMPARO: ¿Qué día es hoy?

SILVANA: Martes

AMPARO: ¿Por qué nomás las dos?

SILVANA: No sé. Supongo que irá llegando gente.

AMPARO: Pues no parece ser un lugar muy moderno.

SILVANA: Pues no, pero supongo que irán llegando.

AMPARO: Pues sí. Supongo que irá llegando, pero ¿para qué?

SILVANA: ¿Para qué?

AMPARO: Si. ¿Para qué viene aquí la gente?

SILVANA: Yo no estaba aquí.

AMPARO: ¿Cuándo?

SILVANA: Hace un momento. Yo no estaba aquí.

AMPARO: ¿Dónde?

SILVANA: No sé. ¿Me conoces?

AMPARO: No. ¿Cómo te llamas?

SILVANA: Soy Silvana ¿y tú?

AMPARO: Yo no tengo nombre…

SILVANA: ¿No tienes nombre?

AMPARO: Lo tenía, me lo quitaron

SILVANA: ¿Y no te acuerdas?

AMPARO: A veces… Des… amparo

SILVANA: ¿Desamparo?

AMPARO: ¿O… Amparo?

SILVANA: Te voy a llamar Amparo.

AMPARO: Como quieras.

SILVANA: Yo me acuerdo de todo. Pero no sé que hago aquí.

AMPARO: Pero ya has venido antes

SILVANA: ¿Cómo lo sabes?

AMPARO: Te pregunto.

SILVANA: Ah. No, no sé.

AMPARO: Me gusta el lugar.

SILVANA: A mí no.

AMPARO: Me siento segura aquí.

SILVANA: Yo no.

AMPARO: ¿Huyes de algo?

SILVANA: Del afuera pero no me gusta aquí.

AMPARO: ¿De donde?

SILVANA: Del afuera

AMPARO: Yo también

SILVANA: Tú eres muy joven, no digas eso.

AMPARO: Tal vez por eso.

SILVANA: ¿Por qué?

AMPARO: Por ser tan joven.

SILVANA: A lo mejor

AMPARO: Es cabrona

SILVANA: ¿Quién?

AMPARO: La vida

SILVANA: Es terrible.

AMPARO: Y la cárcel

SILVANA: ¿La cárcel?

AMPARO: Luego que salí, traía mucha hambre y no tenía dinero y entonces pasé por un pueblito y todo se me antojaba, las quesadillas, los tacos, todo, y pasé por una tienda de pollos rostizados y le pedí a la empleada uno y cuando me lo dio ya envuelto y todo, hice como que le iba a pagar y salí corriendo por toda la calle y de pronto oí que sonaban las campanas de la iglesia. (Toquidos fuertes en la puerta. Las dos se sobresaltan. Se angustian. BLUE DEMON deja de tocar el sax. LOS ANGELES escuchan atentos. BLUE DEMON toca de nuevo. Ellas se tranquilizan.)

SILVANA: ¿Estuviste en la cárcel? (Silencio de AMPARO.) Sentí las lamidas de un perro en mi axila izquierda y abrí los ojos, la luna me sonreía entre los brazos del saguaro, traté de levantarme pero me di cuenta que no me podía mover, y entonces me empecé a acordar de los chingadazos que me zorrajó ése puño sin brazo en el callejón oscuro.

AMPARO: ¿Por qué estaban sonando las campanas a esas horas? (Se vuelven a escuchar toquidos en la puerta. BLUE DEMON deja de tocar.)

VOZ DE SEÑORA CULPA: ¡Abran! ¡Quiero bailar! ¡Abran!

SILVANA: ¿Dónde está la puerta?

AMPARO: Alguien quiere bailar.

VOZ DE SEÑORA CULPA: Quiero bailar. ¡Abran la pinche puerta!

SILVANA: Dónde está la pinche puerta. (Las dos buscan alrededor. BLUE DEMON observa en silencio.)

AMPARO: Aquí no hay puertas

SILVANA: Entonces ¿cómo salir?

VOZ DE SEÑORA CULPA: Entonces ¿cómo entrar? (Silencio. BLUE DEMON toca de nuevo el sax. Silencio de LA SEÑORA CULPA.)

AMPARO: (Después de una pausa) Entonces escuché muchas voces detrás de mí, como si me persiguieran mil abejas y volteé y atrás venía un montón de gente persiguiéndome, algunos traían garrotes y cuchillos en las manos, se me afiguró que a todos les salía baba de la boca, vi un callejoncito a un lado y corrí por ahí, pero a diez metros estaba una pared que lo bloqueba todo, no tenía por donde escapar y me iban a matar, lo sabía. Así que nomás me hice bolita mientras se arremolinaban sobre mí y es cuando sentí un golpe seco en mi ceja y la sangre en mi mejilla y jalones de cabellos, sentía que me dejaban sin cabello, me veía a mí misma con mi cabeza sin cabello en unas partes y con unos pelitos en otras partes …

SILVANA: Ya en Ciudad Juárez, una vez me habían golpeado en la maquiladora porque pedí aumento de sueldo, luego en un hotel porque exigí que me pagaran mi servicio por adelantado y entonces el hijo de la chingada se soltó riendo, me golpeó, me destrozó el vestido y luego hizo lo que quiso conmigo.

AMPARO: Y de pronto vi entre mis manos el pollo, lo tenía aferrado y no lo soltaba y pensé: “si me voy a morir, si me van a matar, me van a matar con la panza llena” así que saqué el pollo rostizado, así entero y le empecé a dar de mordidas mientras lloraba y la dueña de la pollería me lo trataba de arrebatar y yo no se lo dejaba y los demás me golpeaban y de pronto un niño que traía una pistola de juguete apareció entre las piernas de todos y grito fuerte que me dejaran en paz en nombre de la ley, no dijo que en nombre de la policía, si hubiera dicho eso me hubieran acabado de linchar, porque después cuando me tenían atada a un poste en la placita del pueblo, a un lado de la estatua de Don Miguel Hidalgo y Costilla, escuchaba hablar a unas señoras amenazando a unos cuantos policías asustados que ya habían llegado, diciéndoles que por ineptos ahí no los respetaban, que por eso en ese pueblo la gente se hacía justicia por propia mano; Gracias a dios que el niño dijo que me dejaran en nombre de la ley y no en nombre de la policía. Entonces todos con los rostros sorprendidos me dejaron de golpear y se quedaron viendo por un momento al niño, que me dijo “te pareces a mi mamá, come”.

SILVANA: Hizo lo que quiso conmigo. En esos casos no me importa porque yo pongo mi mente en otra cosa, empiezo a pensar en el mar o las estrellas o una gaviota atravesando el cielo lentamente, creo que mi atención se pone en sus alas que acarician suavemente el aire y entonces es solo eso: cielo, alas, gaviota y un desierto sin cruces.

VOZ DE LA SEÑORA CULPA: (Quejándose) ¡Déjenme entrar! ¡Quiero bailar! ¡Quiero cantar! ¡Déjenme entrar! (Canta dolorosamente un fragmento de “violento pasado” BLUE DEMON la acompaña con el sax. La voz se va alejando.)

AMPARO: (Muy triste) Yo me terminé el pollo, me veían cómo masticaba y el niño vigilaba cada movimiento de todos, cuando terminé de comer, el niño me tomo del brazo, me ayudó a levantarme y me llevó por la calle y la gente detrás, llegamos al centro del pueblito y el niño me amarró al asta de la bandera a un lado de la estatua de Don Miguel Hidalgo. Luego se fue y los golpes regresaron, escupí mis dientes…

SILVANA: He regresado al vientre de mi madre, estoy en posición fetal y escucho todo afuera, la voz amorosa de mi madre, la voz alcoholizada de mi padre amenazándola con no estar ahí cuando yo nazca, el abandono antes de nacer, el pinche abandono antes de nacer.

AMPARO: Y así pasaron las horas, las rodillas se me doblaban, un fotógrafo de un periódico empezó a tomar fotos y la gente del pueblo se le echó encima, lo golpearon y le destrozaron la cámara y lo sacaron del pueblo, luego llegaron más patrullas de policías pero no hacían nada, nomás veían, asustados como me linchaban y entonces pensé en que no me importaba regresar a la cárcel pero quería vivir. Y es cuando vi regresar al niño y encender el cerillo frente a mi, cerré los ojos y entonces olí mi cabello chamuscado. Me arde la piel.

SILVANA: Ahora estoy aquí, todo está caliente, allá, mi sangre se ha enfriado, mis sueños se quedaron en la bodega donde me golpearon, y sobre la arena donde me violaron. Esperé la llegada de la policía pero nunca se acercaron, como si les hubieran pagado para que no llegaran. Para que nada vieran. De quien son esos puños de fantasmas que golpean tanto. Que monstruo está escondido detrás de los oídos sordos. Estoy muerta con los ojos abiertos, nadie me cerró los ojos, ninguna mano de ninguna hermana, hermano, de mi padre o de mi madre me cerró los ojos, vago sobre la arena, muerta y con los ojos muy abiertos, todo lo puedo ver, veo una gran lengua violenta y morada que arrasa con todo lo que se encuentra… tengo miedo desde aquí… desde aquí tengo miedo… desde éste lugar que no pertenece a nadie y a ninguna parte. (Fuertes golpes en la pared. Reacción de sorpresa de las dos mujeres)

VOZ DE SEÑORA CULPA: ¡Dónde! ¿Dónde está la salida para adentro? ¡Quiero bailar! ¿Cómo puedo salir hacia adentro? ¡Alguien que me diga! (Otra vez canta “violento pasado”. LOS ANGELES PACHUCHOS bailan la salsa pero en su expresión corporal hay mucho dolor, sufrimiento y angustia. La voz de señora culpa se va diluyendo, así como LOS ANGELES PACHUCOS quedan estáticos en una imagen expresionista y dolorosa. SAMUEL y RAMIRO observan a SILVANA, a quien jalan violentamente hacia su área, otro tiempo, otro espacio. AMPARO no percibe ésta acción y sigue escuchando a LA SEÑORA CULPA y observando con interés a DEMON que toca en un rincón su sax. RAMIRO se echa sobre SILVANA e intenta violarla.)

SAMUEL: Apúrate “pinchi” RAMIRO.

RAMIRO: ¡Ya voy! ¡Ya voy! (RAMIRO sigue intentándolo, luego se da por vencido, apenado. SAMUEL lo mira)

SAMUEL: ¿Qué pasó?

RAMIRO: No pude, “bato”

SAMUEL: (Ríe) ¡Jijuelachingada! Cómo eres pendejo. Mírame cómo se hace. (Se baja el pantalón, ella trata de levantarse, el se le echa encima.) ¡Agárrala de las manos. (RAMIRO así lo hace y SAMUEL la penetra una y otra vez bruscamente.)

SILVANA: ¡Auxilio!

SAMUEL: ¡Cállate! (La golpea) Mira RAMIRO. Mira. ¡Así se hace! ¡Hasta adentro! ¡A ellas les gusta profundo! ¿ves qué calladita se queda? Le gusta. (Una pareja de ANGELES PACHUCHOS bailan algo suave alrededor de ellos que no los perciben. SILVANA mira con familiaridad a LOS ANGELES y se ausenta de la agresión.)

SILVANA: No estoy aquí.

SAMUEL: ¿Qué?

SILVANA: ¿Creen en los ANGELES? No estoy aquí.

RAMIRO: Se me hace que ya se volvió loca ésta vieja “bato”. Está cómo en otro pedo. Ya déjala.

SILVANA: No estoy aquí.

SAMUEL: Me importa una chingada donde crees que estés.

SILVANA: No estoy aquí. (El termina y “orgulloso” se sube el pantalón, mirando aleccionador a RAMIRO éste sigue apenado)

SAMUEL: ¿Quieres intentarlo otra vez?

RAMIRO: (niega con la cabeza. extrae la pistola, SAMUEL hace lo mismo, alterados se encañonan mutuamente un instante. luego dirigen sus armas hacia ella. suena un celular, otra vez se encañonan mutuamente.. RAMIRO contesta) ¿Si? (escucha a alguien.) Si señor. (cuelga.) Estamos perdiendo mucho tiempo, loco.

SAMUEL: “Si cierto”.

RAMIRO: (Encañona a SILVANA) ¡Córrele!

SAMUEL: (La levanta) ¡Levántate!

SILVANA: Una llamada.

SAMUEL: ¿Qué?

SILVANA: Quiero hacer una llamada. (Ellos se miran entre sí. Sonríen sarcásticos. RAMIRO le da el celular.)

RAMIRO: Mientras caminas.

SAMUEL: Caminando y miando. (SILVANA toma el celular y empieza a caminar mientras marca,. Se escuchan el sonido del timbre cuatro veces)

VOZ DE ANGEL: Hola, hablas al buzón de Angel… puedes dejar el mensaje después del tono.

SILVANA: Angel… (En ese momento SAMUEL dispara. SILVANA cae simultáneo al primer acento de la pieza musical en ritmo salsa, “LOS ANGELES PACHUCOS” no la dejan caer totalmente tomándola en el aire y la llevan al área del salón, la dejan de pie, frente a AMPARO. Transición)

AMPARO: ¿Dónde estamos?

SILVANA: Dentro de un recuerdo.

AMPARO: ¿Crees en los ángeles?

SILVANA: Depende.

AMPARO: En los que tienen alas.

SILVANA: Está cabrón.

AMPARO: En los de la guarda

SILVANA: Antes rezaba

AMPARO: En los rubios

SILVANA: Antes me agarraba de sus alas y volaba con ellos.

AMPARO: En los negros

SILVANA: Antes tenía fantasías sexuales con ellos.

AMPARO: En los que parecen ángeles pero guardan negras profecías.

SILVANA: Que se mueran

AMPARO: Son inmortales

SILVANA: Mis chichis son inmortales

AMPARO: ¿En qué crees?

SILVANA: Antes creía en todo

AMPARO: ¿Y ahora?

SILVANA: No sé donde estoy

AMPARO: ¿Pero crees en algo?

SILVANA: En que quiero salir de aquí.

AMPARO: Yo no. Llegué a éste lugar y aquí me quedo.

SILVANA: Para qué volver al pasado

AMPARO: A Toparme con los mismos fantasmas

SILVANA: Con la misma mierda

AMPARO: Con la gente amenazándome

SILVANA: Con la pistola en la cabeza mientras me cogen.

AMPARO: Con la ausencia

SILVANA: ¿De quién?

AMPARO: De todo. Nomás la ausencia.

SILVANA: Con la arena caliente quemándome el cuerpo de día…

AMPARO: La locura

SILVANA: Y la arena helada de la noche helada del desierto helado.

AMPARO: La locura que provoca el hambre

SILVANA: Quiero descansar la cabeza un rato (Deja caer muy lentamente la cabeza hacia atrás, así permanece un rato, BLUE DEMON cruza la pista y toca suavemente su sax cerca del oído de SILVANA. El rostro de ella se torna muy dulce. AMPARO los mira como si fuera un sueño y empieza a cantar en susurro algo, luego se pone de pie y empieza a bailar sobre toda la pista. BLUE DEMON la mira. Ella habla mientras baila.)

AMPARO: No me das miedo.

BLUE DEMON: ¿Qué es el miedo?

AMPARO: ¿Qué haces aquí?

BLUE DEMON: ¿Dónde está?

AMPARO: Vamos a bailar.

BLUE DEMON: ¿Quieres bailar?

AMPARO: Es lo único que queda.

BLUE DEMON: ¿Qué hace?

AMPARO: Lo necesito

BLUE DEMON: Lo necesitas.

AMPARO: Me necesita

BLUE DEMON: Lo oigo a veces

AMPARO: Él también baila

BLUE DEMON: Como tú

AMPARO: Baila en mi cabeza

BLUE DEMON: ¿Le enseñaste a bailar?

AMPARO: No sé. Casi no recuerdo nada. Retumban en mi cabeza sus pasos.

BLUE DEMON: sus armónicos pasos de aquí para allá

AMPARO: Algunas veces es mucho el ruido y me da un agudo dolor de cabeza. Todo es un estruendo. (Pausa. Solloza) Soy una asesina. Me está saliendo joroba. Estoy encorvándome y aún soy joven.

BLUE DEMON: La culpa se presenta de muchas formas.

AMPARO: Si. Es la pinche culpa.

BLUE DEMON: ¿Te arrepientes?

AMPARO: No. De haberlo matado no.

BLUE DEMON: ¿Entonces de qué?

AMPARO: No sé… a veces pienso que él también estaba ahí

BLUE DEMON: ¿Tu niño?

AMPARO: Y me veo disparándole también y veo sus ojos sin vida mirándome sin entender que pasa.

BLUE DEMON: Estás muy confundida.

AMPARO: Tal vez por primera vez estoy viendo las cosas como son. Tal vez lo escondí luego entre las paredes, tal vez está ahí esperando que lo saque alguien. Tal vez está con su pijama de jirafitas, esperándome que lo despierte. Tal vez estaba conmigo, tal vez estaba en su recámara y yo pensé que él se lo había llevado.

BLUE DEMON: Tal vez si se lo había llevado.

AMPARO: ¿De quién es

BLUE DEMON: ¿Qué?

AMPARO: Sangre en todos lados, en las paredes, en el piso, en el techo, en mis manos. Sangre, sangre sin venas, sangre sin dueños, sangre sin mi hijo, sangre sin mi sangre, sangre débil, sangre fuerte, sangre en el vidrio, sangre en el aire…

BLUE DEMON: (Se aprieta la cabeza como si le doliera mucho) Tal vez si se lo había llevado. Tal vez un día te encuentres con tu niño, fuera de paredes y de puertas… (Evadiéndola toma su sax y toca. Transición, entra ROBERTO bailando “la última salsa”, AMPARO lo acompaña. termina “la última salsa” DEMON juega con su maqueta y sus luchadores de plástico.)

ROBERTO: La última.

AMPARO: ¿Qué?

ROBERTO: La última salsa entre nosotros.

AMPARO: La última salsa hoy.

ROBERTO: La última de toda la vida.

AMPARO: Idiota.

ROBERTO: El está conmigo.

AMPARO: ¿De qué hablas?

ROBERTO: el niño está conmigo

AMPARO: Seguiremos bailando juntos

ROBERTO: El y yo. Sólos el y yo.

AMPARO: ¿Te lo llevarás? No es legal

ROBERTO: No lo puedes mantener y nunca estás con el. ¿Quieres que se muera de hambre?

AMPARO: ¿Y tú estarás con él? ¡Contigo se morirá de hambre! No es legal. Me lo estás robando. ¿A dónde lo llevaste?

ROBERTO: No lo sabrás. (Ella se torna histérica y le dá una bofetada)

AMPARO: Devuélvemelo.

ROBERTO: ¡Nunca! (Él se defiende y se empieza a vestir. Ella saca una pistola de entre la ropa de él y corta cartucho. El avanza hacia ella riendo cínicamente.) ¿Me vas a matar? ¿eh? ¿me vas a matar? No puedes. Si me matas no sabrás donde está el niño.

AMPARO: ¿Dónde está? ¿Dime donde está o disparo?

ROBERTO: (Sigue avanzando mientras sonríe) Bueno. Negociemos. No dispares y te dejaré que lo veas… una vez al año… por quince minutos. (Ríe) ¿Qué piensas? ¿Trato hecho? (Ríe más y se acerca) Estúpida no tiene balas, dame acá. (A punto de tomar la pistola. AMPARO dispara por instinto. el cae fulminado. La penumbra lo cubre lentamente y ella se queda como shockeada. “LOS ANGELES PACHUCOS” , le quitan suavemente la pistola, luego bailando, se la llevan al área de la pista, transición en la que se ella se va deshaciendo de su angustia y dolor, hasta detenerse frente a BLUE DEMON que sigue jugando con los monos luchadores de plástico. AMPARO lo observa.)

AMPARO: ¿Y tú? ¿Por qué estás aquí?

BLUE DEMON: Es el único lugar donde puedo estar.

AMPARO: (Haciendo referencia a la maqueta) ¿Qué tratas de olvidar?

BLUE DEMON: Me entretengo haciéndolos luchar.

AMPARO: ¿Tu infancia?

BLUE DEMON: No se hacen daño

AMPARO: ¿Tu casa parecía una cueva?

BLUE DEMON: Siempre gana el santo

AMPARO: Donde nadie te escuchaba

BLUE DEMON: El enmascarado de plata

AMPARO: Donde sólo veías como golpeaban a tu madre

BLUE DEMON: Era un gran luchador.

AMPARO: ¿Tú?

BLUE DEMON: El santo

AMPARO: ¿Y tú? ¿Dónde te quedaste?

BLUE DEMON: (Lanza el muñeco del SANTO estrellándolo contra el muñeco de BLUE DEMON) Me gustaba como volaba de las cuerdas.

AMPARO: ¿Apretado en un rincón? (Señala a los luchadores) ¿Por qué siempre te gana EL SANTO?

BLUE DEMON: No todo el tiempo.

AMPARO: (Señala a los luchadores) Ahí estás tirado otra vez. ¿Estabas siempre apretado en un rincón?

BLUE DEMON: Así me quería sentir… en el aire

AMPARO: ¿Cómo feto enredado?

BLUE DEMON: Los fetos no vuelan.

AMPARO: Pero tocan el saxofón.

BLUE DEMON: Los fetos no tienen aire.

AMPARO: (Desesperada, lo sacude) ¿Por qué lo aceptas todo? ¿Por qué no me desmientes? ¿Por qué no lo niegas? ¿Por qué no te defiendes?

BLUE DEMON: (Se le queda mirando un momento, sonríe un poco) Estás equivocada, la idea que tienes de mi no tiene nada que ver con lo que soy.

AMPARO: ¿Entonces por qué sufres? (El toma el sax y empieza a tocar una nostálgica canción. SILVANA sigue en la ensoñación con los ojos entornados. Entra ÁNGEL, va directamente a ella y le asesta una bofetada.)

ANGEL: ¿Qué haces aquí? (SILVANA le regresa la bofetada)

SILVANA: Déjame en paz. (Él la toma de los cabellos. Ella también a él. Se miran profundamente casi los rostros pegados.)

ANGEL: Regresa.

SILVANA: No volveré.

ANGEL: Te necesito.

SILVANA: ¿Para qué? ¿Para que vaya a sonreír a tus fiestas?

ANGEL: Te necesito en mi cama.

SILVANA: ¿En tu cama? En tu cama no necesitas a nadie.

ANGEL: Tú necesitas dinero.

SILVANA: No saldré de aquí. Aquí me quedo. Afuera es pura mierda todo.

ANGEL: Vamos. Yo te necesito y tú me necesitas.

SILVANA: Ya no te necesito. ¿Te quedaste bailando solo?

ANGEL: De pronto de desapareciste

SILVANA: Tú lo ordenaste y ahora me quieres hacer aparecer

ANGEL: Te estuve buscando

SILVANA: ¿Qué fue? ¿Un ajuste de cuentas, una venganza o un obsequio?

ANGEL: No entiendo.

SILVANA: Te gusta dar buenos obsequios.

ANGEL: He estado preocupado por encontrarte.

SILVANA: Me llevaron al desierto.

ANGEL: Vine desde Juárez a buscarte

SILVANA: Si. Eres muy bueno.

ANGEL: Vine a…

SILVANA: Viniste a confirmar si estoy muerta. Si he hablado. Si te puedo meter en problemas.

ANGEL: Tu estás loca.

SILVANA: Se portaron como hienas, me lamieron y me mordieron.

ANGEL: ¿Qué dices? Vámonos. (La trata de llevar. Ella se resiste)

SILVANA: Te llamé y contestó tu buzón. ¿Estabas viendo todo? ¿Lo estabas filmando? ¿Dónde estabas,cabrón?

ANGEL: ¡Vámonos necesitas ayuda!

SILVANA: ¿Para callarme la boca? ¿Para alquilarme otra vez? ¿Para que me retaquen el estómago de coca y que no te importe si me explota adentro? (Ella le asesta otra bofetada. El se la regresa.)

ANGEL: Para despertar contigo y lamerte completa.

SILVANA: Eso no te importa. Nomás me quieres como si fuera un costal donde puedes meter todo lo que te conviene.

ANGEL: ¡Con una chingada! No te entiendo.

SILVANA: ¿Y tienes que permitir que me laman las hienas en el desierto?

ANGEL: ¿Qué pendejada estás hablando?

SILVANA: Estoy mutilada y traigo la arena adentro de mi carne. No soy pendeja. (Lo empuja y le asesta varias bofetadas hasta que lo hace desaparecer en la oscuridad, ella sigue abofeteando al aire. BLUE DEMON toca percusión en unos tambores y ella termina bailando rabiosamente al ritmo de salsa “traigo la arena dentro de mi” sacudiéndose frenéticamente. “LOS ANGELES PACHUCOS” entran bailando y tratando de controlarla, luego se dan cuenta que no pueden y protegiéndola la acompañan en el baile, hasta que todos terminan agotados. SILVANA se desvanece en la duela. Luz concentrada en ella. Entra SILVANA NIÑA, tiene una playerita que lleva unas alas de ángel pintadas atrás, camina hacia SILVANA, que despierta y la mira acercarse. BLUE DEMON toca la salsa nostálgica y dulce en el sax mientras camina entre “LOS ANGELES PACHUCOS. La niña trae una pequeña bolsa de plástico transparente en una de sus manos y un feto dentro del líquido en el interior.)

SILVANA: Espera, niña, no muevas tanto la bolsa.

SILVANA NIÑA: ¿Por qué?

SILVANA: Porque vas a lastimar eso.

SILVANA NIÑA: ¿Eso?

SILVANA: Si. Eso que traes adentro de la bolsa.

SILVANA NIÑA: Esto no es eso.

SILVANA: ¿Qué es?

SILVANA NIÑA: Soy yo.

SILVANA: ¿Tú?

SILVANA NIÑA: Y tú también

SILVANA: ¿Yo?

SILVANA NIÑA: Tú y yo antes de nacer.

SILVANA: ¿Tú y yo en el vientre?

SILVANA NIÑA: O después de muerta

SILVANA: En el vientre

SILVANA NIÑA: En un lugar seguro

SILVANA: Antes o después o ahora… (Avanza hacia SILVANA NIÑA, le toma la mano libre, le coloca la palma de ésta hacia arriba y con extremo cuidado le coloca el fondo de la bolsa apoyado en la palma, asegurándose de que lo sostiene bien con el índice y pulgar de la otra mano. Luego le dá una palmadita cariñosa en la espalda, despidiendo a la niña.) Cuídala mucho. (LA NIÑA se empieza a retirar. Un instante antes de desaparecer mira a SILVANA.)

SILVANA NIÑA: (Refiriéndose al feto) Está sonriendo. Está feliz.

SILVANA: Cuídala. (SILVANA NIÑA desaparece. Mientras SILVANA empieza a bailar dulcemente la salsa “liberación”. DEMON da el acento en el sax para pasar a una salsa gozosa que provoca el éxtasis de SILVANA. La acompañan en el baile “LOS ANGELES PACHUCOS”. Después de un momento, entra bailando en ritmo de mambo, totalmente descoordinado EL POLÍTICO, la misma salsa de SILVANA. El viste un traje formal muy elegante, ella deja de bailar y lo observa. BLUE DEMON deja de tocar y se concentra en su maqueta llena de calles donde coloca a los pequeños monos luchadores de plástico. EL POLÍTICO sigue tarareando la salsa, mientras sigue bailando a momentos y hablando en otros.)

POLÍTICO: Corrupción del Gobierno, no me desampares ni de noche ni de día, que los ricos nos volvamos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres, que se chinguen por no ser cabrones e hijos de la chingada como nosotros, que se chinguen por no creer en “el que no tranza no avanza” y en tantos dichos que fueron hechos, por no sé quien, a la medida para nosotros. (Continúa bailando mientras canta desafinadamente “liberación”, luego se acerca a SILVANA sacándola a bailar con un ademán. Ella no acepta. El deja de bailar y la enfrenta con furia contenida)

POLÍTICO: ¿No sabes quién soy?

SILVANA: Claro. Por eso no quiero bailar.

POLÍTICO: Tengo mucho dinero y poder.

SILVANA: ¿Y no puedes salir de aquí?

POLÍTICO: Es temporal, en éstas cosas siempre hay arreglos.

SILVANA: ¿Y en el alma de gente como tú puede haber arreglos?

POLÍTICOS: Somos de otra dimensión

SILVANA: Dimensión de idiotas.

POLÍTICO: Somos de una mentalidad elevada

SILVANA: Y llena de mierda

POLÍTICO: Somos pocos los elegidos

SILVANA: Entonces saca la arena de mi carne

POLÍTICO: No soy dios.

SILVANA: Y porque se creen todopoderosos.

POLÍTICO: Todo lo podemos

SILVANA: Todo lo oscuro.

POLÍTICO: Es el único lado que existe, justamente, eso es todo. No somos débiles. (Pausa) ¿Dónde estoy?

SILVANA: En el infierno.

POLÍTICO: (Ríe) Esto es el paraíso. ¿Tú dónde estás?

SILVANA: En el infierno, me arrastraron hasta aquí.

POLÍTICO: Del infierno nadie regresa.

SILVANA: ¿Tú como sabes?

POLÍTICO: Porque yo vivo hace muchos años ahí.

SILVANA: ¿Me has visto ahí?

POLÍTICO: Si. Y crees en los ángeles.

SILVANA: (Sarcástica) ¿Estoy viva?

POLÍTICO: En el infierno todos están vivos y se acostumbran a retorcerse aunque crean en los ángeles.

SILVANA: ¿Tú eres el diablo?

POLÍTICO: Yo soy dios. Tu lo dijiste antes.

SILVANA: Tu eres un farsante que fuiste desechado del amparo del poder, que crees saberlo todo y de tí no sabes nada.

POLÍTICO: ¿Bailamos?

SILVANA: No. En mucho tiempo nadie va a querer bailar contigo. (Pausa)

POLÍTICO: Todos tienen su precio.

SILVANA: En la política.

POLÍTICO: Y fuera de ella, todos tienen su precio.

SILVANA Te agarraron por omisión ¿quieres llorar?:

POLÍTICO: No. Todo es un arreglo

SILVANA: Te agarraron por inepto. ¿Quieres llorar?

POLÍTICO: No. Pronto estaré libre. Todo es parte del arreglo

SILVANA: Te agarraron ¿Ya ves que no eres tan diablo?

POLÍTICO: (Cínico) El que nada debe nada teme. Esto es mientras se olvida todo. ¿Bailamos?

SILVANA: Mejor llora. (SILVANA se dirige a BLUE DEMON que juega con la pequeña maqueta y con los luchadores de plástico en miniatura, EL POLÍTICO sigue bailando mambo con su tarareo de salsa.)

AMPARO: (Se acerca a DEMON señalando la maqueta.) Ahí sí puede vivir la gente.

BLUE DEMON: ¿Dónde?

AMPARO: En tus calles. Tienen espacio.

BLUE DEMON: “Cuando llegues a la Ciudad y te bajes del tren”, me dijo mi padre, “no vas a hallar donde poner un pie”.

AMPARO: ¿Y encontraste?

BLUE DEMON: Entonces no sólo encontré espacio para un pie, sino que al ver que había más espacio, de alegría me acosté en el andén de la estación. Después supe que mi padre no conocía la ciudad.

AMPARO: ¿Y por qué te dio ese consejo si nunca había venido?

BLUE DEMON: Lógica de viejos. Exageró para que cualquier espacio me pareciera enorme… y por eso nunca tuve miedo al caos, a la cantidad de autos y gente y ruido y asaltos y crímenes y… (Se toma la cabeza) ¿Qué pasó?

AMPARO: ¿De qué?

BLUE DEMON: Hasta qué… ¡Puta madre! ¿Qué pasó?

AMPARO: ¿De qué?

BLUE DEMON: (Se toma la cabeza con las dos manos y se la aprieta) Como flashasos. Llegan como flashasos de muchas cosas. (Agotado) Es como un rompecabezas todo.

AMPARO: (Después de una pausa) ¿No hay espacio?

BLUE DEMON: (Aprehensivo) ¿Cómo puede vivir la gente ahí afuera?

SILVANA: ¿Cómo puede morir la gente?

BLUE DEMON: ¡Se huele el coraje de coche a coche!

AMPARO: El rechinar de llantas… Una ceja rota.

SILVANA: La arena en mi cuerpo

BLUE DEMON: El miedo

AMPARO: (Ausente) El vidrio estrellado. Carne quemada.

SILVANA: Me huelo en la oscuridad buscando a mi madre.

AMPARO: La luna anaranjada. La flama del cerillo.

BLUE DEMON: El humo que te asfixia

SILVANA: Camino en el desierto, me encuentro a dios y tiene cara de demonio. (Todos se queda mirando la maqueta durante una gran pausa)

AMPARO: ¿Por qué no hay ningún coche en tus calles? (BLUE DEMON, sorprendido por la pregunta, hace un torpe movimiento y derrumba a los luchadores con una mano. Pausa incómoda. El se levanta y se retira un poco para tocar su sax que por primer vez suena desafinado, produciendo un angustioso sonido. AMPARO y SILVANA lo observan, van a él se le quedan mirando sin hablar. se escucha la áspera voz de LA SEÑORA CULPA cantando “violento pasado”. Las mujeres escuchan atentas. Él deja de tocar poco a poco. La voz continúa, él se toma de nuevo la cabeza con sus manos)

BLUE DEMON: Vas… aceleras, frenas, pitas, gritas, mientas madres… vuelves a arrancar… vas sólo… te vale madre el peligro… vuelves a mentar madres… a punto de chocar vuelves… vas a punto de volcarte… (La voz de LA SEÑORA CULPA se aleja poco a poco) sientes el sonido metálico de un espejo rozando tu espejo lateral… todos tienen la culpa menos tú… todos son irrespetuosos e imprudentes y desconsiderados menos tú… todos no tienen madre menos tú… tú eres un chingón porque sabes deslizarte entre el montón de autos… entre el montón de mentadas de madre y señas obscenas y les contestas igual y te portas cínico y cantas y ríes y te sientes muy chingón y les gritas, provocándolos, que la primer vez que manejaste aquí en la ciudad más grande del mundo lo hiciste en sentido contrario en el periférico, bien pedo a las tres de la mañana y en un carro del año de una chava que te llevó a celebrar tu cumpleaños… y, bola de pendejos, piensas, vienen en sentido contrario y ella te dice con mucho cariño que el pendejo eres tú y entonces te das la vuelta en U sobre el periférico, que odisea piensas, bien pedo, acordándote de hace 20 años bien pedo y es cuando aceleras por instinto como si fuera arrancón de fórmula uno, pero frenas al mirar a un lado que tienes el alto. Oyes un golpe y tu parabrisas se pinta de rojo, ¿qué pedo? Dices ¿qué pasó? Y no sabes si estás encandilado con la luz del semáforo o alguien te vació una cubetada de pintura roja en el vidrio, todo podría ser en un semáforo en rojo a las ocho de la noche en viernes de quincena cuando todos los demonios andan sueltos, así que te aferras a que es una broma de mal gusto y tomas tu bate de beis bol que traes en el asiento trasero para casos como éstos y te bajas dispuesto a hacer trizas el parabrisas y los faros y hasta las patas del hijo de la chingada que te está agrediendo, pero el de al lado y el de el otro lado y el chofer del camión y el niño encorvado con la máscara de salinas se han quedado inmóviles mirando hacia abajo, y la ciudad entera se ha quedado congelada, mirando el cráneo roto del niño rodeado de sangre en el pavimento frente a mi auto, mientras el pinche cilindrero sigue tocando su chingadera sin dejar de ver al niño y llorando ¡puta madre! ¡Estoy cagado! ¡Estoy jodido! ¿Qué hago? Miro a mi alrededor, es como si el mundo entero se hubiera detenido. Tras el parabrisas me miro a mi mismo frente al volante, mirándome acusadoramente, pero un tercer yo está sentado en el asiento del copiloto y piensa lo mismo que yo, como todos los copilotos, me apoya y me está diciendo sube al auto, salta el camellón y escapa…veo al niño una vez más… veo al vendedor de flores, está alegre, no sé por qué…veo al cilindrero frente a mí que sigue tocando, tristemente tocando una canción alegre, mecánicamente meto la mano al bolsillo e inexplicablemente le doy una moneda ¿Por qué hice eso? ¿Por qué hice esa estupidez en un momento como ese? Miro al yo copiloto, que baja la mirada avergonzado por mi acción y me vuelve a decir ¡YA VÁMONOS PENDEJO, TE VAN A MATAR, AQUÍ TE MATAN! Mientras alguien me apunta con un arma, subo al auto, brinco el camellón y ahora me acompaña una canción infantil distorsionada y fúnebre desde el fondo del cilindro y ¡puta madre! me arrepiento de haberle dado una moneda… ¡Pinche cilindrero! ¡Nunca se callará! ¡Lo sé! ¡Ya nunca se callaráaaa! Y aquí estoy con la máscara de blue demon sobre mi otra máscara. (Silencio. Ellas no hallan que decir. SILVANA está impactada, AMPARO muy confundida. BLUE DEMON a punto de explotar en crisis se mueve inquieto, transición a ámbito de lucha libre. la salsa “DEMONIO Y ANGEL” se mezcla con gritos del público, abucheos y silbidos. BLUE DEMON furioso empieza a luchar en ritmo de salsa con seres imaginables que supuestamente lo atacan. “LOS ÁNGELES PACHUCOS” entran a defenderlo, DEMON confundido los ataca a ellos y ellos tratan de tranquilizarlo, luchando con él en una fragorosa e intensa batalla donde DEMON gana la primer caída, pierde la segunda y cuando está a punto de ganar la tercera. se escuchan de pronto golpes en las paredes. todos se sobresaltan y escuchan)

VOZ DE LA SEÑORA CULPA: (Suena más desesperada y angustiada que antes) ¡Déjenme entrar! ¡Quiero bailar! ¡Quiero cantar!

SILVANA: Ahí está otra vez.

VOZ DE LA SEÑORA CULPA: ¡Déjenme entrar¡ Abran la puerta! ¡Donde está la puerta! (Canta un fragmento de “violento pasado” con voz desgarrada y sufriente pero rítmica, es como un lamento profundo. LOS ANGELES acusan el estado emotivo de ella a través de su expresión corporal y algunos pasos de salsa. Después silencio de la señora y todos alerta a cualquier sonido)

BLUE DEMON: (Angustiado) Pienso que es la mamá.

AMPARO: ¿La mamá de quien?

BLUE DEMON: La mamá del niño.

AMPARO: ¿Cómo se llama?

BLUE DEMON: ¿Quién?

AMPARO: La mamá.

BLUE DEMON: No lo sé.

AMPARO: ¿Se llama culpa?

BLUE DEMON: Es la mamá. Seguro que es la mamá. La puerta. Hay que encontrar la puta puerta. Hay que ayudarla a entrar. ¡Quiere bailar! (Los tres buscan desesperadamente una puerta en las paredes)

VOZ DE LA SEÑORA CULPA: ¡Abran! ¡Quiero salir para adentro! ¡Quiero salir! (Ellos no encuentran ninguna puerta. están agotados.)

VOZ DE LA SEÑORA CULPA: ¡Quiero bailar! ¡Abran! ¡Quiero cantar! (De nuevo canta desgarradoramente. Ellas empiezan a tocar alegremente con percusiones acompañándola. La voz se empieza a alejar)

SILVANA: Baile señora, baile.

AMPARO: ¿Está bailando señora? (No hay respuesta) Señora, no se vaya. Señora.

SILVANA: Baile señora, baile. (Siguen tocando otro momento. se desaniman y dejan de tocar. se miran entre sí.)

SILVANA: Se fue… Se fue (AMPARO y SILVANA se acercan a POLÍTICO, que sigue bailando mambo y lo seguirá haciendo durante todo el diálogo. Ellas lo observan con rencor y rabia contenida.)

AMPARO: Eran más de mil personas y todos querían su pedazo de carne.

POLÍTICO: No pudimos llegar a tiempo

SILVANA: Eran dos lobos mordiéndome

POLÍTICO: No tenemos la suficiente cantidad de policías.

AMPARO: ¿Has tragado tu propia sangre con mocos alguna vez?

POLÍTICO: Pero ahí estuvimos en su momento.

SILVANA: Cuando ya mi cuerpo era arena.

AMPARO: Cuando ya mi cuerpo era fuego.

POLÍTICO: Son usos y costumbres de los pueblos reaccionar así.

AMPARO: Cuatro horas de golpes y patadas y jalones de cabello e insultos y no llegaron.

POLÍTICO: Había mucho tráfico. Se nos dificultó el desplazamiento.

SILVANA: Una violación, una llamada por teléfono… un disparo y no llegaron

POLÍTICO: Lleva mucho tiempo concentrar a la policía.

AMPARO: Una llamada por teléfono, mis dientes en el suelo, cuatro horas de sangre en mi cuerpo ¿y no llegaron?

POLÍTICO: La situación geográfica del lugar no nos ayudó mucho.

SILVANA: Quiero ver mi expediente

POLÍTICO: No hay expedientes.

AMPARO: ¿Agarraron a los culpables?

POLÍTICO: No hay expedientes

SILVANA: ¿Agarraron a los culpables?

POLÍTICO: No hay expedientes todavía, pero aplicaremos todo el peso de la ley a quien haya sido responsable.

AMPARO: ¿Dónde he escuchado eso?

SILVANA: ¿Por qué no le creo?

AMPARO: Me arde la piel.

POLÍTICO: Te robaste un pollo.

AMPARO: ¿Por qué no llegaron a tiempo?

POLÍTICO: Son usos y costumbres de un pueblo y las tenemos que respetar.

AMPARO: ¿El linchamiento? ¿El quemar gente, son usos y …

SILVANA: ¿El violar, mutilar, matar y traficar con órganos son usos y costumbres?

POLÍTICO: De nuestra parte no hubo omisión. Sólo tardamos en llegar pero ahí estuvimos. Cumplimos con nuestro deber. Dimos órdenes de retirar los cadáveres. (HEROICO) ¡Amo nuestro sistema político! ¡Soy una persona digna, no he cometido ningún crimen y no escaparé aunque me acusen de esa manera injusta y lapidaria! ¿Bailamos?

AMPARO: Mejor llora. Ya no estás en el paraíso político. ¡Eres patético! Mejor llora. (EL POLÍTICO sigue bailando sólo, ridículamente. AMPARO, como por inercia se acerca a BLUE DEMON, le quita con suavidad el sax y le da un beso tierno en la boquilla al instrumento. BLUE DEMON toca dos o tres notas, ella lo mira profundamente, él sonríe, se besan, se acarician, se van tornando muy excitados y empiezan a hacerse el amor, aparece la orquesta musical tocando una salsa muy suave. Entran “LOS ANGELES PACHUCOS” a bailar alrededor de AMPARO Y BLUE DEMON muy sensualmente. La pareja termina de hacer el amor y quedan en el centro de “LOS ANGELES PACHUCOS”, que siguen bailando sin música con menos intensidad.)

AMPARO: ¿Hay demonio?

BLUE DEMON: Depende

AMPARO: Detrás de esa máscara ¿hay un demonio?

BLUE DEMON: Si tú tienes demonio dentro, también verás un demonio en mí. (BLUE DEMON se inca ante ella, bajando la cabeza, ella le empieza a desatar suavemente la cuerda de la máscara) ¿Qué ves?

AMPARO: Un hombre guapo en su coche, su rostro es dulce, es el tipo de hombre que me llama la atención, trata de parecer rudo, se detiene frente a un semáforo, lo veo desde la acera, él se empieza a transformar, grita a todos lados, se pelea con la gente a gritos, hay muchos carros, todos pitan y se gritan entre sí, estoy aturdida, aún traigo la pistola con la que maté a mi marido en una mano, con la otra agarro fuertemente la mano de mi niño, la luz a cambiado a verde, atravieso mientras miro la gran luna redonda y anaranjada sobre las letras del sanborn’s, miro a mi niño y me sonríe como sonríen los ángeles y entonces un rechinar de llantas que avanzan, la defensa de un coche borrando su sonrisa, su cuerpecito volando, su cabeza pegando en el parabrisas, su zapato detenido en el aire, rechinidos de llanta deteniéndose, baja el tipo guapo con un bate, dispuesto a matar gente, levanta el bate y antes de descargar el primer golpe mira incrédulo a mi niño en el suelo entre la sangre, se detiene el mundo, el cilindrero se ha quedado mudo para siempre, una mano del tipo guapo deja caer en cámara lenta una moneda en la mano del vendedor de flores que no ha vendido una flor ya hace mucho tiempo, encañono al tipo, no puedo disparar, se sube al auto, arranca, me parece ver… la enorme capa… azul… de Demon, agitándose con el viento… y arropando a la noche entera (En ese momento lo desenmascara. El levanta el rostro, está llorando silenciosamente. Ella solloza intensa y contenidamente, luego entra en crisis y rompe la máscara con sus manos, simultáneamente se escucha la desgarrada y angustiada voz de LA SEÑORA CULPA, cantando “violento pasado”. “LOS ANGELES PACHUCOS” hacen bailar y agitarse a AMPARO hasta que se va calmando poco a poco, la voz de LA SEÑORA CULPA se va alejando, hasta desaparecer. AMPARO mira profundamente a BLUE DEMON, después de un momento, va hacia él. “LOS ANGELES” a la expectativa) Tipo guapo, rostro dulce, tratas de parecer duro. Saltas el camellón y huyes del miedo. La gente se moviliza y yo pierdo la noción del tiempo, de todo ¿Qué es esa mancha en el suelo con pétalos de rosa encima? ¿Es una gran calcomanía llena de catsup? ¿Es un conejito que atropelló un loco? Busco la luna anaranjada y le disparo. Aullido de sirenas policiacas y el semáforo no cambiará más de color.

BLUE DEMON: Ni la luna. El mundo tan grande, nosotros tan pequeños y ahí nos encontramos frente al semáforo gris en ese viernes de quincena y de demonios sueltos. (Entra salsa “el mundo tan grande, nosotros tan pequeños”. TOCA LA ORQUESTA EN LA TARIMA. DESPUÉS de un momento, empiezan a bailar sensualmente “LOS ANGELES PACHUCOS” y mientras bailan se empiezan a desnudar, dejándose puesta las máscaras DEL SANTO. se acarician, se abrazan, se besan. BLUE DEMON permanece hincado ante AMPARO)

AMPARO: (Curiosa observa a LOS ANGELES) Mis papás siempre me dijeron que los ángeles no tenían sexo.

BLUE DEMON: (Después de una pausa) ¿Y no te dijeron que el demonio era muy malo? (Pausa de ella) Soy el demonio ¿soy malo? (Ella sonríe y se miran profundamente.)

AMPARO: No. No eres malo. Tal vez eres el demonio, pero no eres malo. (Ella besa la boquilla del sax de BLUE DEMON y el toca la introducción de la salsa “encontré la puerta” improvisando excelentemente, AMPARO lo observa embelesada. BLUE DEMON se desliza por las paredes tocando suavemente, como llamando a alguien que necesita mucho. Del otro lado se escucha el lamento de LA SEÑORA CULPA cantando y acoplándose a la música a momentos. SILVANA y AMPARO se animan. En el cambio de ritmo a ágil y alegre, ellas empiezan a acompañar con percusiones y “LOS ANGELES PACHUCOS” las acompañan tocando suavemente sobre los cuerpos de sus parejas con la palma de sus manos, sin perder el sentido sensual.)

VOZ DE LA SEÑORA CULPA: Estoy bailando. ¡Estoy bailando!

SILVANA: Baile señora, baile.

AMPARO: Baile señora, baile. (Irrumpiendo de la oscuridad, aparece LA SEÑORA CULPA, luce harapienta y sufriente, casi arrastrándose y mientras avanza se va deshaciendo de su vieja y sucia ropa para dejar paso a una hermosa, angelical y divina señora, irrumpe explosiva la orquesta musical, LA SEÑORA CULPA baila salsa maravillosamente. todos la observan impresionados)

SEÑORA: ¡Encontré la puerta! ¡Estoy bailando! ¡Encontré la puertaaaa! (Alegre y brillante empieza a cantar. Todos gozan bailando la salsa “encontré la puerta” mientras EL POLÍTICO sigue bailando mambo ridículamente en un rincón, luego se acerca para tratar de integrarse al grupo, y LA SEÑORA y LOS ANGELES sin dejar de bailar le arrancan poco a poco todas las partes de su traje. EL POLÍTICO se queja como si le arrancaran la piel a trozos. Al final se regresa a su rincón y sigue bailando mambo ridículamente sólo con sus zapatos y sus boxer donde resaltan logotipos de varios partidos POLÍTICOS, mientras todos los demás bailan gozosamente y libres la salsa.)

FIN.

Méx. D.f.

Jorge Celaya
Dramaturgo Sonorense, guionista de cine, director, actor, maestro y poeta. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, ganador de varios premios nacionales e internacionales, becario por más de 6 ocasiones para importantes proyectos por FONCA-CONACULTA, por Writers Room y por Lark Play Development Center; publicado en diversas ocasiones y traducido al inglés, su teatro ha sido montado en Ciudad de México, el interior del país y en NY donde con su obra Búfalo Herido, ganó el premio NUESTRAS VOCES; y donde con cuya puesta en escena se acreditó dos prestigosos premios ACE.

Celaya85@yahoo.com

Tel: 858 7226413


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