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LETRAS FRONTERIZAS

Se considera un “best seller” al libro más vendido en determinada temporada. Otra definición calcula no si se venderá, sino en cuánto tiempo se agotará la edición; el factor aquí no es la cantidad sino la velocidad, seguros de que el libro es un éxito. Que suceda este fenómeno en metrópolis como Nueva York, París o la ciudad de México, es común, pero que ocurra en una ciudad norteña, fronteriza, y sin los “mass media”, ni promociones de la casa editora, no sólo es una proeza sino un fenómeno social que exige atención y análisis. Esto sucedió con la obra El zancudo (No mata, pero hace roncha), del periodista mexicano Arturo Soto Munguía, en la ciudad de Hermosillo, Sonora, región que se caracteriza más por el fomento a la productividad económica, el gran consumo de carne asada—tiene el récord Guinness en este rubro—que por el alto índice de la lectura. Así, durante diciembre de 2005, agotó su primera edición de mil copias a tan sólo una semana de ser publicada. Ante ello, y en aras de acercarnos a este suceso editorial, Culturadoor contactó directamente a Arturo Soto, quien nos favoreció con fotos y una copia de su libro que ya va para la segunda edición. De aquí reproducimos la crónica “Postales en el mes del amor” en la cuial se captan elementos que explican por qué interesó tanto El zancudo entre los sonorenses. Tiene que ver con que la obra refleja en mucho la sociedad que la produce, la capacidad de Soto de observar a su pueblo, manejar su lenguaje y sus realidades. Y lo hace sin escatimar la sensibilidad social, tomando posturas como ser humano pendiente del prójimo, escribiendo en forma sencilla y directa, pero con estilo ya cuajado, para revelar verdades con humor, denuncia y honestidad…así, con dolorcito, en directo, como un piquetito de zancudo que trastoca la aparente tranquilidad de la vida diaria en la tarde del desierto. He aquí el texto a continuación que aparece en las páginas 35-36 de El Zancudo.

Manuel Murrieta Saldívar,
Editor General, Culturadoor

TRES POSTALES EN EL MES DEL AMOR

Por Arturo Soto Munguía

A pesar de todo, la ciudad es pródiga en historias de amor. No todas tienen un final feliz, pero en estos amorosos y amistosos días, echémosle el ojo a unas postales urbanas alusivas a la fecha. En la zona de El Tijuanita, esta historia comenzó con la sugestiva y sugerente advertencia de una dama a su galán, tirado en la cama de su cuarto de hotel: “Cuando regrese, te quiero bichito”. Y terminó con un tercero en discordia cortándose las venas del antebrazo con un buche de botella de plástico, en las celdas de la Comandancia Norte.

Desde la colonia La Metalera, a Víctor lo inundó el espíritu de febrero loco y decidió ir al mercado del amor, donde por módicos 300 pesillos—tarifa regulada por la ley de la oferta y la demanda (de penicilina)—se puede obtener una sesión completa de sexoservicio, que incluye pastura, techo y recargadero. Los hechos fueron el miércoles, pero el amor no tiene horario ni fecha en el calendario, así que Víctor pactó los términos del fugaz encuentro con la propia interesada, quien procedió a guardar los trescientos varos en su bolso ya que, como me han platicado (je), estas angelicales criaturas del Señor invariablemente cobran por “Adela”.

Una vez en el cuarto 23 del hotel Colonia, la dama salió a comprar algo para cenar, dejando en el buró su bolso y un suéter. Procedió a ir por los tacos, no sin antes dejar a Víctor buceando en un mar de fantasías eróticas: “No tardo. Cuando regrese, te quiero bichito”, le dijo. Cuando el tercer personaje, Domingo Estrada, se metió como un rayo al cuarto 23 y recogió el bolso y el suéter, explicando atropelladamente que “a su tía la había detenido la polecía y le pidió que le llevara sus cosas”, Víctor, que evidentemente aún no se bichaba, salió tras él, lo alcanzó y lo entregó a los agentes. Domingo Estrada fue conducido a los separos de la Comandancia Centro, donde intentó suicidarse con un trozo de plástico, cortándose las venas. La dama no aparece y Víctor… quizá Víctor la siga esperando en el cuarto 23, con mucha hambre. Y bichito, por supuesto.

II

Pero si de amores perros, lo que se llama perros hablamos, la segunda historia de este tríptico se lleva las palmas. La sede es el edificio del CEE (Consejo Estatal Electoral de Sonora, instalado en Hermosillo, nota del editor), donde van a volar pelos. Después de muchos enojos y reconciliaciones, el rompimiento de los consejeros con su presidenta esta vez parece ir en serio y el divorcio es inminente. Hagan de cuenta narcotraficantes informados por Nahum Acosta, los consejeros se enteraron del desastroso manejo financiero en el organismo que tutela Olga Armida Grijalva. En vía de mientras y por aquello de ‘no te entumas’, los consejeros difundieron una misiva en la que desautorizan y se deslindan “de cualquier responsabilidad por el uso indebido de recursos y del gasto excesivo en algunos rubros, sin justificación alguna” del ejercicio presupuestal 2004. Se lamentan de que la mandona mujer se amacizó con 13 y medio millones de pesos que le sobraron del gasto, y los derrochó en bagatelas. Todavía andan ‘desaparecidos’ unos siete milloncejos. Como la vida así es insoportable, y antes de que se vengan los ajustes de cuentas con la Contraloría, los maltratados consejeros decidieron cortar por lo sano esa relación, que no les ha dejado más que sinsabores. Firman: Manuel Puebla, Felipe Mora Arellano, María Dolores Rocha y Miguel Ángel Vázquez.

III

Y si a flechazos de febrero vamos, qué les parece el amor eterno que Cuauhtémoc Blanco le acaba de jurar a Hugo Sánchez, a quien apoyara “hasta la muerte” en sus pretensiones de dirigir la selección nacional. Después de que Ricardo Lavolpe lo dejara fuera de los convocados, por andar revelando secretos de vestidores, Cuahutémoc se refugió en los brazos del pentapichichi. Son el uno para el otro. “Estoy cansado de la fama. Me gustaría volver a viajar en metro y pesero como una persona normal, pero yo sé que soy un ídolo”, dijo Cuauhtémoc. Dios los hace, Lavolpe los junta.

Contacte a Arturo Soto: chaposoto67@hotmail.com


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  2. Oct 3, 2010: CULTURAdoor » » Culturadoor 50
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