No alcanza

Día de publicación: 12-Junio-2008

Mira, si vamos hablar de dinero, tenemos que aceptar que todo está bien caro, me cae. Hay como que una crisis económica en el país ¿no? Ya no me alcanza ni para comprarme unos cigarros. A veces todavía se me antoja un cigarrito no te creas. Sobre todo después de comer o en las mañanas con un cafecito. Sabe bien rico me cae. Aunque ya no debería de fumar. Es dañino para la salud ¿qué no? El otro día vi una historia engarzada de esas que pasan en televisión azteca, o a lo mejor era una historia detrás del mito. ¿No las ves? Yo sí, en las tardes después que llego del trabajo. Me relajan y aprendo cosas. Pues el otro día estaban hablando de la vida de algunos payasos. De veras, no estoy cotorreando, estaban hablando de Cepillin y Bozo el payaso. ¿Te acuerdas de ellos? Yo más bien soy de la época de Bozo el payaso. Yo no sabía que había sido un gran bailarín, un cantante, y un desgraciado hijo de la chiquita, tuvo dos familias, y las dos familias se respetan mutuamente ¿tú crees? Además lo enterraron con su vestimenta y maquillaje de Bozo. Eso está medio tenebroso ¿no piensas? Creo que así le decían algunos, Bozo, el payaso tenebroso. No, ese fue más bien su primo Brozo ¿verdad? Tenía una risa muy particular. A mí el mentado Cepillin nunca me cayó bien. Claro que para cuando él llegó a televisa yo ya estaba grandecito. Eso fue antes de inmigrar para este lado del alambre. Pues te cuento que los dos eran fumadores empedernidos. Bueno, Cepillin todavía no se muere ¿verdad? Pero en fin, lo que te quiero decir es que no nada más el costo de la gasolina anda por los cielos, todo está subiendo de precio, la comida, la leche, el pinol para trapear la cocina, ya ni compro el periódico porque te sale bien caro, me cae. Todo está costando más dinero. Mi compadre Rodrigo ha tenido que aumentar sus tarifas. Él es jardinero, corta el pasto, arregla los jardines. Pues él me dice que al rato hasta por respirar nos van a cobrar. ¿Te imaginas?

Yo no sé que está pasando la mera verdad. Antes las cosas eran distintas. En mis tiempos la gente se la llevaba suave, calmado, sin tantos apuros. Las mismas caricaturas que ven los niños han cambiado. ¿No te has fijado? Yo crecí con Bugs Bunny, Porky pig, el Pato Lucas, Silvestre y Piolín. Tú te has de acordar. Estoy hablando de los Picapiedra, los Supersónicos. Esas eran caricaturas de verdad, sanas. No que hoy en día pasan cada dibujo raro que más bien parecen pinturas abstractas. ¡Y luego son bien cochinas, me cae! El otro día vi una que se llama Padre de Familia, el mentado Family Guy, pues un tal Stewie, que es un bebé, le desbrochó el brassier a su mamá, y además planea matarla y conquistar el mundo. ¡No manches!

Todo está en tensión. Parece ser que la característica de la generación de principios de milenio es que todo lo hacen a la carrera. La gente no tiene paz. El otro día dijeron en las noticias, porque quiero que sepas que me mantengo informado, yo miro todas las noches el noticiero de López Dóriga, aunque yo soy de la época de Jacobo Zabludovsky, y su noticiero 24 horas, ¿te acuerdas? ¿Cómo se llamaba ese cuate que era caricaturista y le hacían burla que siempre andaba pedo? ¿O la muchacha que daba el tiempo? En fin, también tengo CNN para que no vayan a pensar que soy un inmigrante inculto. Pues te decía, estaban diciendo que si tienes deudas te puede dar un ataque al corazón. Te recomendaban que pagaras tus deudas lo más pronto posible. ¡Oye! Si con trabajo tiene uno dinero para echarle gasolina al carro ¿cómo vas a pagar tus deudas? Ya ni la chingan.

Me acuerdo que antes con 10 dólares podían irme a emborrachar con la Nelly bien a gusto. Nos poníamos hasta las manitas y hasta cambio nos sobraba. Ahora, 10 dólares no te alcanzan para nada. El dinero se va como agua. En este país te cobran por todo. Los negociantes andan cobrando hasta por ver la mercancía. Muchos negocios han tronado. ¿No te has dado cuenta? Sobre todo los hispanos aunque ya también se empieza a ver eso en los negocios de los gringos. Está crítica la situación, y todavía el gobierno no quiere aceptar que estamos en una recesión. ¡Por favor!

Todo está muy caro, me cae. Me acuerdo cuando la gasolina costaba 57 centavos el galón. Podías echarte una cerveza por cincuenta centavos en un bar de lujo. En aquellos tiempos nunca hubieras podido imaginar que algún día pagarías más de cuatro dólares por un galón de gasolina. Y pues si lo piensas con cuidado no hace ni tanto tiempo de eso. Cada vez que le platico a mi jefe él me sale con que en 1948 el salario mínimo era de 75 centavos por hora.

Yo creo que todo lo vemos con nuestra propia lupa ¿no crees?

Cuando yo crecí no había computadoras, ni juegos de video, ni IPod y toda esa chingadera que han sacado. El cassette ya prácticamente desapareció. ¿No te acuerdas del 8-track? Ahora uno puede comprar películas en DVD como compraba uno discos. En mi época, de 33 revoluciones por minuto. Cuando era adolescente compré muchos de 45 revoluciones.

Todo ha cambiado y todo ha subido de precio.

Ponte a pensar, una película para adultos era como el Graduado con Dustin Hoffman. Hoy en día para que una película sea buena tiene que haber cuatro matazones, dos buenas cogidas por lo menos, tetas, nalgas y en ciertas ocasiones pues todo lo demás. Además el precio por ir al cine. Si eres una familia de cuatro, ya que pagaste tus boletos, compraste tus palomitas, sodas, y cualquier cochinada que tus hijos quieren ya te salió más de cincuenta dólares. ¡No hay derecho!

Todo está muy caro, me cae. Si seguimos así sólo Dios sabe qué va a pasar.

Si vamos hablar de dinero, más vale que ahorremos un poco, porque si no, no nos va alcanzar.

© David Alberto Muñoz, Ph.D.
Faculty Philosophy & Religious Studies
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